Ese delgado pedazo de plástico que nos separa de la realidad...

Saturday, November 12, 2005

Consejos para tardes como estas

Tardes como estas, en las que el suspiro se duerme en la ventana y la soledad te hace tierna compañía, una bolsa de galletas y un café pueden aplacar el silencio, (el crujir de ellas en tu boca suelen devenir en conversaciones muy interesantes ); mas moderación es la regla, bastantes suelen terminar en una indigestión aún más fastidiosa.
Por eso decidí salir a caminar acompañado de un pucho, (medio pucho si es posible resulta que la exageación con este dócil amigo acaba con una metasplasia en el tejido cilíndrico que recubre pulmones y demás anexos transformando estas células en tejito epitelial plano, al principio no duele pero os aseguro que acaba con hacerles desear nunca haber nacido, o al menos nunca haber fumado); por eso es que desistí de la idea al tercer cigarrillo, me despedí de el con una sonrisa que no fue y un pedazito de ceniza en el ojo, que si fue.
Entonces pensé en llamar a algún amigo, peor idea no pude tener, esta soledad que me acompaña ahora es como novia posesiva que cocina malos guisos y tiene silencios más aburridos que el minuto.
Un amigo esta vez no podría sacarme, se me ocurrió un museo; claro si en la paz tenemos muchos de esos pero para alguien con un problema de indesición tan grande como el illimani en medio bostezo podrá ver que este remedio es peor que la enfermedad.
En medio de un pequeño salto de alegria, (a ratos me sorprendo), me di cuenta que tenía el museo perfecto frente a mis ojos: el cielo.
Me dispuse en el puente más cercano, (el de las americas, uno altote aca en la paz que me recuerda cada que paso por él que soy chapaco y cosas tan altas solo las vi por la tele, eléctrica compañia), y pasé un buen tiempo observando al teatro del cielo que comenzaba delante mío, cómo unas nubes sobre otras, más negras, cual orgiástica danza se acomodaban para llover, se me antoja que ni a shakespeare se le ocurrió jamás cosa tan hermosa, (ahí me acorde de ella, la pensé un poco y dejé un suspiro con su nombre en medio del puente), fue en medio de ese sentimiento que el cielo se cansó de que lo vea y decidió que llovía...llovía y yo corria escuchando a charly garcia, (¿fue él?), preguntar adonde fue a parar Natalio Ruiz "el hombrecito del sombrero gris" para terminar refugiándome en este internet de a tres pesos la hora que es de donde les cuento que de la soledad ya me olvidé y el suspiro en la ventana seguro que ya despertó y espera por mí para continuar, con lo que sea que tengamos que hacer...
, para terminar re

3 Comments:

Blogger Mr. K said...

¿Porque uno debe escribir de los brazos de la amargura? ¿Será porque sino los escritos le salen a uno como si un teletubi los hubiera escrito? ¿Será Po escritor? ¿Y que es de Lala?
Tanto que caminaste en una tarde, vago!

zeyvf (el destructor de almas)

16 November, 2005

 
Blogger Unknown said...

En esos días, camino, de San Francisco a San Jorge, con mi libreta en el bolsillo, cuando me canso me siento y escribo.
Tambíen suelo entrar a algún museo o perderme en el cine. Me suele ocurrir los sabados en la tarde que son muy vacios, eso sí evito por todas las vías caminar el puente, me escuecen las piernas justo a la mitad y unas manos me jalan hacia abajo, por eso le tengo un silente respeto a esa cosntruccion.
Al igual que tu, me refugio en cafes de a luca y escribo.
Me gusto tu post

17 November, 2005

 
Blogger Feju said...

ya es tarde y temo que la cuenta del internet es mayor a mis aspiraciones económicas del mes...les respondo como se debe otro día. pero gracias.
unmcgqfc

17 November, 2005

 

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