Ese delgado pedazo de plástico que nos separa de la realidad...

Monday, September 12, 2005

Los muchachos eléctricos


Sé como sé que soy, como sé que mañana saldrá el sol y junto a él irremediablemente el día(1); Y sé, tanto como sé que mi nombre es Félix(2), que las bestias en mundana lengua no hablan, que un animal, a tu alma no podrá mirar sin antes rendirse a tu cuerpo, y sabemos, (si tan solo supiéramos), que mientras sus ojos desnudaban a los nuestros, y su halo voraz nos envolvía uno por uno como la oscuridad al día; la idea de la muerte no era peor, al estar vivo ni al deseo de seguir así.

Nos apresaron un jueves; Manuel, Francisco y yo corrimos a la parte de atrás del pequeño depar, mientras en la puerta delantera se apostaron Fermín y Leonel. Muertos ya, pienso ahora, y mejor así a pasar por todo eso: los interrogatorios, el gorila y el mastodonte, la pileta, las sacadas de mierda para intentar conseguir algo de nosotros y lo peor, el médico que se ocupaba de mantenerte vivo y que salía al rescate antes, segundos antes de haber alcanzado la gloria del mártir...
Me es difícil recordar la mañana del jueves y el olor de las tres semanas que acompañaron a ese día, el olor digo por que se que si debo comenzar por alguna parte debe ser por ahí, por el olor a letrina y sangre que nos recibía de la golpiza o de las sesiones con los muchachos eléctricos, sobrenombre que les dio Francisco, (en realidad nunca llegué a saber más que su alias), antes de reducirse a un saco de huesos rotos donde las únicas ventanas al mundo exterior fueron selladas eternamente por dos inmensos coágulos de sangre, un suspiro y una negativa a hablar. Reímos por primera vez esa noche por la ingeniosa acotación de Manuel al apodo de los muchachos eléctricos; “espero y se corte la luz”, ahora puedo recordar vividamente su cara y la de Francisco, ambos cansados, golpeados, humillados y reducidos a recuerdos, recuerdos de sus mujeres, sus hijos o algún ranchito en campo albear donde seguramente pasaron una vacación, para mi entonces era la muerte todo recuerdo que afloraba, la de mi padre dos años atrás, mi madre cuando tenía cinco, sin mujer ni hijos ahora podía seguir adelante y morir, o al menos desear hacerlo.
Continuará, supongo. =)

1.La muerte no era tal
ni mucho menos
peor al vano, ciego y
doloroso día, olvidado ya
por la noche
y el suspiro!!!.
2.Félix, que en vida fuiste uno, ahora eres otro.

2 Comments:

Blogger Mr. K said...

Como comienza a moldearse un modelo de escritura!
Muy bueno

13 September, 2005

 
Blogger lucian de silenttio said...

mi señor -aunque cortesmente me lo rechaza-, le rindo mi hamenaje y admiración, me sumo a los predecesores: MUY BUENO.

p.d. si, que bueno que haya vuelto a teclear.

16 September, 2005

 

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